LA BODA DE ELENA

¡ Buenos días!

¿Qué tal os ha ido el fin de semana?

Como ya os dijimos en Facebook, tuvimos una boda el sábado en Sant Vicenç de Montalt. Elena se casó por la tarde con un romántico vestido de Raimon Bundó Madrid.

Pero empecemos por el principio, cuando llegamos...

... Elena nos esperaba con su batita roja, ¡estoy lista! Empezamos marcando el pelo de la novia, color rubio precioso y muy fino. Ella quería lucir su melena, perfecta si tenéis pelazo. Queríamos conseguir el pelo de Kim Basinger en L.A. Confidential, tipo años 40. Este año creemos que la tendencia es recordar las divas de los años dorados de Hollywood, y las colas de caballo a lo Jordi Labanda, ya os las enseñaremos en otro post.

En este tipo de peinado es muy importante marcar la dirección de la onda para que permanezca en su sitio y luzca compacta y sedosa durante toda la boda y no se desmaye con el paso de las horas.

En la parte contraria a la raya, pusimos un tocado AS, un detalle   en forma de estrella de mar que aporta luz al rostro y que ayuda a mantener el peinado en su sitio. En este caso en Agnés Sunyer elaboramos esta estrella de mar hecha de cristales de Swarovsky de color dorado-cobre igual que el bordado del vestido. 

Aquí tenéis una foto de sus zapatos: primero unos salones de punta redonda en glitter dorado y para después de bailar el vals unas bailarinas.

El toque final: un ramo de margaritas, que son preciosas y súper dulces para una novia. Esta es la foto del ramo cuando llegó, nos quedamos impresionadas con el tamaño... parecía más un ramo de flores de jarrón que un ramo de novia. Por suerte su hermana pudo arreglarlo sacando una parte de ellas.

Una de las advertencias que siempre repetimos a las novias es que pidan al florista un ramo pequeño ¿Porqué? Porque suelen hacerlos más grandes de lo que esperamos (si hay algún florista que nos lea, por favor, que nos explique el motivo... ¿Por miedo a que se vea pequeño?). 

Pensad que no estamos acostumbradas a llevar un ramo en la mano, cosa que hace que a parte de verse enorme en proporción al cuerpo, quede poco natural. Otra advertencia: no lo llevéis como si de una copa se tratara, ¡bajad el brazo todo lo que podáis!

El vestido estaba confeccionado de tul sedoso con un encaje dorado superpuesto en la parte superior y una manga asimétrica hecha del mismo bordado. 

Por desgracia, no tenemos una foto de Elena con el vestido puesto. En cuanto nos la mande la colgaremos, pero peinada y maquillada mirad qué guapa estaba:

¡¡Volvemos el miércoles con un post sobre las cejas!!

¡¡Un beso!!